Concurso internacional para un museo de la arquitectura en Burgos.

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La intención del proyecto es la de reinterpretar la fábrica de ladrillo como solución a la fachada del proyecto. 

La situación del solar, rodeado de edificios donde predominan materiales tradicionales, hace que se elija el ladrillo como el elemento predominante de la fachada exterior en una voluntad de integración con el entorno.

Sin embargo el uso del ladrillo no significa que se proponga una fachada tradicional. Lo que se propone para este proyecto es una interpretación de la fachada de ladrillo. La fachada se compone de dos capas, una exterior de ladrillos perforada y una interior de vidrio.

La parte baja del edificio se comporta como una plaza abierta para el disfrute público de la ciudad. Esta espacio queda iluminado con dos grades huecos que discurren a través de todo la sección del edificio dotándolo de una luz cenital.